¿Cómo nació la Gratiferia? En 5 años me mudé 3 veces de casa; la última vez, noté que tenía cosas sin desembalar de la primera mudanza, entonces decidí que me desprendería de todo eso. Entre casa y casa, hasta encontrar nuevo alquiler, pasaba un tiempo en casa de mi madre, en mi pieza de cuando niño. La última vez, no quería que ese tiempo se extendiera, por lo que mudé todo a mi escuela de artes marciales Dragonæs Ecologistas (de la cual la web www.dragonecologista.com.ar, quedó ahora convertida en la fuente primaria de todo lo que fui identificando y desarrollando como herramientas para ayudar a la evolución de la humanidad). Luego fui a no-instalarme a casa de mi madre, sólo con una pequeña mochilita. Noté entonces que podía vivir con mucho menos aún, sin tantos objetos y muebles y sin tanta ropa, lo que junto con aquellas cosas sin desembalar de mis mudanzas anteriores, hizo un gran volumen de riqueza que ya no quería conservar. ... Decidí profundizar el desapego material que cultivaba de toda mi vida y motivar a l@s demás a hacer lo mismo: desapegar de lo que no usaba, de lo que no necesitaba, para ayudar a resolver el problema del materialismo y el despilfarro. Ideé el concepto como respuesta a la pregunta más famosa de la Gratiferia ¿qué pasa si alguien se quiere llevar todo?, -“Bien!, pensé, así como yo procuro el desapego y vivir con lo mínimo, habrá much@s queriendo tener cada vez más y más, para transitar su apego... para luego desapegarse..., entonces que se lo lleve!”. Por la imposición no nos hemos moderado y tenemos una sociedad codiciosa, caótica, violenta, entonces el camino es el de la naturaleza: el permiso, que traerá la automoderación, no imponer normas sino confiar y pulsar amor y altruismo, en definitiva seguir dando! El resultado fue que armé una mesa de objetos y un baúl de ropa y les dije a mis estudiantes que podían llevarse todo lo que quisieran e invitar a sus amig@s y familiares a acercarse a chusmear. No había reglas ni cuantitativas (cuánto podrían llevarse las personas o a cambio de qué) ni cualitativas, puesto que era yo ofreciendo lo que habían sido mis pertenencias, por lo tanto no había nada no vegano ni nada en mal estado o sucio. Desde el primer día, mis estudiantes se entusiasmaron y también querían dar, entonces nació el concepto de doble vía como: “Traé lo que quieras o nada y llevate lo que quieras o nada”, a lo que agregué el pedido de que no fueran cosas que dañaran a los animales o las personas o al planeta, como un arma, un tapado de piel o una jaula. Aún no tenía un nombre ni era organizada ni convocada como un evento. Así funcionó por un tiempo, quizás un año. Por el mismo tiempo comencé a procurar vivir sin dinero, lo que me llevó al Freeganismo y finalmente a cerrar mi escuela y mi empresa de servicios, y dedicarme al 100% a sembrar la nueva tierra. Salí, casi con lo puesto, a viajar y dar talleres gratuitos de Alimentación Viva. A mi regreso, pasaba los días sin tiempo, al sol, leyendo, escribiendo, meditando... Conforme salía a recuperar y mendigar mi alimento cada día, también encontraba un montón de cosas en buen estado y aunque no tenía interés en conservarlas, las agarraba, ya que me parecía una locura que fueran a parar a la basura; así traía una pava, una remera, una mochila, perchas, un velador, una pelota de básquet, un ventilador de pie, etc, etc, etc... Ya tenía la escuela cerrada hacía meses, todavía con mis antiguas posesiones, que no había conseguido entregar, entre ellas muebles, ropa, libros y objetos, y ahora estaba llenando la casa! Entonces decidí volver a hacer eso que proponía en la escuela, pero de forma abierta, convocando a un evento. ¿Cómo llamarle?, pensé que fuera algo simple y que pudiera expresar el concepto solo con oír el nombre, la primer ocurrencia fue Gratiferia y me pareció satisfactoria. Convoqué al evento en mi casa para el 14 de febrero de 2010. Aún sigue online el flyer de esa primer Gratiferia: http://ar.fotolog.com/dragonvegano/55305510/ Dispuse una cantidad de cosas, hice tisanas y galletas veganas, pasé la tarde entre amig@s y algun@s desconocid@s que se acercaron; se llevaron muchas cosas y trajeron muchas más, así que quedé con más cosas que al principio, entonces decidí seguir organizando más y más. De la cuarta Gratiferia me hicieron una de las primeras notas sobre la Gratiferia, en un diario barrial http://ar.fotolog.com/dragonvegano/57155646/ La 13ª Gratiferia la hicimos en la calle http://ar.fotolog.com/dragonvegano/59513613/; empezó propagarse rápidamente la idea, a otras provincias y países. Más adelante hicimos una en Parque Centenario y al mes siguiente una en el mismo lugar, esa fue la primera con regularidad. A través de notas en diarios, radios y televisión, pero sobre todo gracias a las redes sociales y al entusiasmo y participación de muchísimas personas, la Gratiferia fue rodando al rededor del mundo, primero Chile, luego México, luego Uruguay, España, Colombia, Italia, Francia, y así siguió hasta resonar en Israel, China y Japón, sembrando semillas de altruismo, gratuidad y conciencia de interdependencia. Me alegra mucho la expansión del movimiento, aunque no me siento realizado ni mucho menos, sino que sigo cada día pensando, accionando y brindando servicio para hacer del mundo el paraíso que tod@s merecemos. Agradezco y celebro a cada un@ de las personas que organiza, difunde y participa de las Gratiferias, físicas y virtuales, porque entre tod@s estamos sembrando un gran cambio para la humanidad. Gratiferia somos tod@s <3 Gracias luz y paz! Ariel Rodríguez Bosio